Unas 100.000 personas con movilidad reducida nunca salen de casa en España por la falta de accesibilidad del inmueble en el que residen. De los 2,5 millones de personas con alguna dificultad para desplazarse, un 4% viven recluidos en sus casas y este porcentaje aumenta al 42% entre aquellos que pasan muchos días sin salir a la calle. La falta de adaptación de los edificios, unido a la escasez de ayudas para eliminar barreras arquitectónicas les condena a vivir aislados en sus casas, según un estudio de la Fundación Mutua de Propietarios en colaboración con la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE).
Las limitaciones de movilidad las padecen personas fundamentalmente mayores y con distintos grados de dependencia, no tienen por qué ser un obstáculo para en el desarrollo de la vida cotidiana. Los cuidados personales, el ejercicio moderado y las aportaciones técnicas son fundamentales para adaptar el espacio y dotarlo de las herramientas precisas para facilitar los movimientos necesarios para mantener una calidad de vida.
El deterioro progresivo de facultades como el equilibrio, la coordinación y la fuerza merman la independencia de estos grupos cada vez más numerosos. El impacto psicológico y emocional que implica el deterioro de estas habilidades tiene consecuencias en el estado de salud de estas personas y obliga a quienes le acompañan a realizar un mayor esfuerzo para cuidarles.
Ventajas del uso de ayudas técnicas en la mejora de la movilidad de personas mayores: contribuye a compensar las dificultades de movilidad; aumenta la autonomía y la sensación de libertad; ralentiza el envejecimiento; reduce el deterioro funcional, previene el desarrollo de otras patologías; facilita la integración en la vida social; limita la carga de trabajo de los cuidadores; mejora la calidad asistencial; reduce los gastos sociosanitarios; y transmite una imagen más positiva de la figura del adulto mayor y de las personas dependientes.
Algunas de las ayudas técnicas más habituales para viviendas y edificios, diseñadas para mejorar la accesibilidad y la comodidad en entornos residenciales y comerciales, son las siguientes:
Rampas accesibles: su instalación en las entradas principales y en otros puntos de acceso es fundamental permiten el acceso de sillas de ruedas y scooters de movilidad. Las rampas deben cumplir con las normativas de accesibilidad para garantizar la seguridad.
Ascensores domésticos o plataformas elevadoras: su colocación en edificios de varias alturas o pisos es esencial para permitir el acceso a todas las áreas de manera segura y cómoda.
Elevadores de escaleras: son dispositivos que permiten a las personas mayores o con discapacidad subir y bajar escaleras de forma segura. Estos elevadores se pueden instalar en escaleras rectas o curvas y son una excelente solución para mantener la independencia en el hogar.
Puertas más anchas: Las puertas más anchas permiten que las personas en sillas de ruedas o con otros equipos de movilidad puedan entrar y salir del ascensor con mayor facilidad.
Ascensores con voz: Los ascensores con voz anuncian el piso actual y el piso al que se dirige el ascensor.
Ascensores con botones grandes y claros: Los botones grandes y claros son más fáciles de ver y presionar para las personas con discapacidad visual.
Ascensores con botones de salida de emergencia en el piso: Los botones de salida de emergencia en el piso permiten a las personas escapar del ascensor en caso de emergencia.
Ascensores con alarmas de emergencia: Las alarmas de emergencia alertan a los servicios de emergencia en caso de emergencia.
Ascensores con cámaras de seguridad: Las cámaras de seguridad pueden ayudar a proteger a las personas con discapacidad en el ascensor.
Barras de apoyo: instaladas en las paredes de baños y otras áreas donde se requiere ayuda para levantarse o moverse, las barras de apoyo instaladas en las paredes pueden proporcionar estabilidad y seguridad adicional.
Puertas automáticas con sensores de movimiento: facilitan el acceso a edificios y habitaciones, especialmente para personas que utilizan sillas de ruedas o tienen dificultades para abrir puertas pesadas.
Sistemas de llamada de emergencia: En edificios residenciales y comerciales, la instalación de sistemas de llamada de emergencia en ascensores y áreas comunes puede proporcionar una vía de comunicación rápida en caso de necesidad.
Aplicaciones de domótica: La tecnología de hogar inteligente puede integrarse para facilitar el control de dispositivos y sistemas en el hogar, como luces, termostatos y sistemas de seguridad, a través de aplicaciones móviles o comandos de voz, lo que facilita la vida diaria de las personas con discapacidad.
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