En España, más de 5 millones de personas viven en pisos de tres o más alturas sin ascensor, según el análisis de elDiario.es de los microdatos extraídos de la Encuesta de Características Esenciales de la Población y las Viviendas (INE). En ella se pregunta a más de 400.000 individuos de toda España sobre las condiciones y equipamientos de las viviendas y los alrededores. Los datos señalan que la mayoría de estas personas se encuentran en edificios de tres plantas, donde casi la mitad de quienes residen en esos bloques no tienen acceso a un ascensor.
Los datos construyen dos perfiles de ciudades donde escasean los ascensores: urbes medianas y pequeñas y las periferias de las grandes metrópolis construidas durante el desarrollismo. En los municipios de menos de 50.000 habitantes, un 29,6% de los hogares viven en pisos altos sin ascensor y a medida que aumenta el tamaño de la ciudad este porcentaje se va reduciendo hasta alcanzar un 17% en las grandes ciudades.
Dos ejemplos de la provincia dan idea de la trascendencia y del número de personas afectadas. De las 75.392 viviendas de más de tres plantas que hay en Elche, 17.989 no cuentan con un ascensor instalado, lo que representa un 23,9%, mientras que en Alicante de las 115.788 viviendas que tienen esas características, 25.349 no cuentan con ascensor (21,9%).
Por edad, los que tienen de 60 años en adelante conforman el grupo más numeroso entre quienes viven sin acceso a un ascensor, un total del 22%, por lo general son hogares de rentas bajas en edificios construidos antes de los años ochenta. En total, suman un millón de personas viviendo en edificios con 3 o más plantas obligadas a subir por la escalera. Algunas pierden la posibilidad de salir de casa. Otras todavía tienen la oportunidad de pisar la calle aunque sea con mucho esfuerzo y poca frecuencia.
La ausencia de ascensor ¿perjudica la salud de los mayores?
El estudio sobre el efecto de las condiciones de la vivienda en los mayores evidencia que la falta de accesibilidad se asocia a un mayor riesgo de perder movilidad y otra serie de limitaciones funcionales. También se vincula con un mayor aislamiento social y menor movimiento, con todos los problemas que se derivan de esta realidad para la salud tanto física como mental. Casi un 30% de estos mayores viven solos, por lo que la imposibilidad de salir a la calle también limita sus interacciones sociales. Estos informes corroboran que los mayores sin ascensor presentan más limitaciones y peor estado de salud.
La renta y la edad de los edificios
Tener acceso o no a un ascensor es también una cuestión de renta. A medida que disminuyen los ingresos de los hogares, aumenta el número de edificios a los que solo se puede acceder mediante escaleras. Casi el 40% de quienes ingresan menos de 500 euros netos al mes y el 30% de los hogares en los que ningún miembro tiene estudios superiores residen en bloques de pisos sin ascensor.
El 33% de los pisos altos construidos en los 60 y el 23% de los edificados en los 70 no tienen ascensor. Durante este periodo de desarrollismo no había una regulación a la hora de edificar, lo que permitía construir viviendas que ni siquiera estaban integradas en la ciudad. No es hasta la llegada de la democracia cuando la accesibilidad se convierte en un requerimiento a la hora de construir y, aunque los avances han sido notables, los datos indican que se siguieron construyendo muchas viviendas sin ascensor. Hoy, el 42% de las personas de más de 60 años que residen en este tipo de bloques llevan en sus hogares desde hace más de 4 décadas. Es decir, la mayoría son todavía los residentes originales de clase obrera que llegaron del campo en aquel momento.
A pesar de que ya sea obligatorio para todos los bloques de pisos contar con un ascensor que garantice su accesibilidad, continúa siendo un problema social muy importante. En gran medida por el factor económico. Por lo general son viviendas pequeñas. Entre los bloques que tienen viviendas de menos de 30 metros cuadrados en casi un 38% se puede acceder exclusivamente mediante escaleras, mientras que los hogares con menos de 60 m2, casi el 40% no cuentan con ascensor.
Pero el precio no es el único obstáculo: por lo general son edificios demasiado estrechos, por lo que, en muchos casos, la única manera de meter un ascensor en el bloque es comiendo terreno al interior de una vivienda que ya de por sí suele ser pequeña. Desde la actualización de la Ley de Propiedad Horizontal en 2013 es un problema que habitualmente se puede solventar instalando este elemento en la parte exterior del edificio.